miércoles, 26 de agosto de 2020

 

¿QUE NOS HA PASADO?

Da pena ver tanta división en el pueblo del Señor... somos millones en Chile pero no tenemos ningún peso en la sociedad porque despreciamos a otros hermanos y nos creemos jueces para decir "este pastor si... este no... este hermano si... pero el de otra congregación no"  

Nos hemos acostumbrado al sistema del mundo con sus peleas y divisiones, olvidando que ¡no somos de este mundo! 

No somos propiedad de ningún partido político ni de ninguna organización... ¡somos de Cristo!

Y debemos amarnos, respetarnos Y ¡DEFENDERNOS UNOS CON OTROS! no insultarnos ni criticarnos (escarnecernos) unos con otros...

Se nos ha olvidado que el  verdadero amor no se goza de la injusticia ni de que a otro hermano le vaya mal... el verdadero amor es solidario, empático y amigo

Que tristeza leer o escuchar tanto comentario de nosotros mismos como evangélicos o cristianos que en otros tiempos si un pastor y su congregación, sean como sean,  hubieran sido agredidos predicando la palabra... TODOS hubiéramos repudiado esto y nuestros líderes hubieran puesto el grito en el cielo por tamaña falta de respeto y probidad sobre parte del pueblo evangélico. 

Hoy en día solo justificamos lo injustificable, nos escudamos en "reglamentos y ordenanzas" de hombres y olvidamos las órdenes de nuestro Dios de amarnos y predicar su palabra ¡donde sea, cuándo sea y al costo que sea!  algunos de los nuestros hasta se gozan cuando ven a otros hermanos (a los que no consideran hermanos tampoco obviamente) siendo agredidos por los militares y la policía... 

"Se lo merecen pues" esa es la frase típica de hoy.

Por eso digo que la persecución está en camino... y nosotros mismos hemos pavimentado ese camino con nuestra actitud y nuestra falta de amor. 

Hablo en general, se que hay excepciones, pero a nivel general así es... lamentablemente.

Dios nos ayude y traiga un nuevo despertar al amor por Dios y nuestros hermanos... un nuevo  1909... un último y gran avivamiento, para que se cumpla la profecía dada a nuestros abuelos:

¡CHILE PARA CRISTO!

Aún no pierdo esa esperanza.

Bendiciones.

José Luis Rios

Pastor y maestro

Iglesia de Cristo para la familia

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