NERÓN ACUSÓ A LOS CRISTIANOS DE INCENDIAR ROMA; HOY SE LES ACUSA DE PROPAGAR EL COVID-19
¿Sabía usted que la última vez que se congregó la Iglesia del Nazareno de Boca Sur en San Pedro fue el pasado 8 de marzo? Sí, el mismo día en que las feministas llamaron a las mujeres a congregarse en masa en la Marcha del #8M.
La prensa de tendencia más progresista ve en los evangélicos un peligro político, porque temen que en Chile se produzca algo parecido a lo ocurrido en Brasil, donde los evangélicos comenzaron a tener cierto peso político y propiciaron el impeachment a Dilma Rousseff y la elección de Bolsonaro. En Guatemala, también eligieron un presidente, y por poco lo logran en Costa Rica; además, fueron un factor decisivo en el triunfo del NO al acuerdo de impunidad a las FARC en Colombia. El Primer Ministro de Hungría, Viktor Orbán, principal detractor de George Soros, es evangélico. En el mundo, se han convertido en una de las principales voces en contra del aborto, el matrimonio homosexual y, en general, a todo lo que promueve la agenda progresista.
No pretendo hacer una defensa del comportamiento político que han tenido los evangélicos, ni en Chile ni en otros países, eso daría para escribir otro artículo, pero menciono estos casos, porque, sumados al desafortunado Tedeum del 2017 en la Catedral Evangélica de Jotabeche, hicieron que buena parte de la prensa tomara la decisión editorial de perjudicar a toda costa la imagen del mundo evangélico en Chile, en cualquier oportunidad que se presente.
En el caso de la Iglesia del Nazareno en Boca Sur, ellos habían dejado de congregarse la semana del 8 de marzo, antes que la mayoría de las otras iglesias, y mucho antes que la autoridad aconsejara no hacer reuniones, como lo afirman los mismos vecinos "no evangélicos" del sector que aparecían en un reportaje emitido en la televisión. La verdad es que aún no se determinan las circunstancias del contagio, PERO LA PRENSA SE APRESURÓ A ATRIBUIRLO A LA REALIZACIÓN DE UN CULTO, SÓLO PORQUE LOS CONTAGIADOS ERAN EVANGÉLICOS QUE PERTENECÍAN A UNA MISMA IGLESIA, sin considerar otras variables, la más obvia, que los contagiados son familiares y vecinos, y por ende, están propensos a contagiarse entre ellos, sin necesidad de haber asistido a un culto.
Si analizan el tratamiento editorial que la prensa le dio a esta noticia y lo comparan, por ejemplo, con la forma en que informaron el contagio producido en un gimnasio de Chillán (donde hay muchos más contagiados que en San Pedro), se darán cuenta que a este último le dieron el beneficio de la duda. Ahí se nota claramente el sesgo.
Los comunicadores no son neutrales, y eso no lo vamos a descubrir ahora. El problema es que, lamentablemente, muchos evangélicos también se apresuraron a condenar a la Iglesia del Nazareno de Boca Sur, y en buena medida contribuyeron a su desprestigio, sin considerar que desde hace tiempo la prensa tiene un sesgo que distorsiona la interpretación de los hechos cuando se trata de dar una noticia sobre los evangélicos. Eso es algo que debería tenerse presente siempre.
Para mañana se ha decretado un cordón sanitario en la comuna de San Pedro de la Paz, lo que seguramente traerá consecuencias en los desplazamientos de los ciudadanos y generará molestias hacia los evangélicos.
Hoy se informaba que las autoridades habían declarado el "cierre" de la Iglesia involucrada, una medida completamente efectista para los medios de comunicación, que pretende dar una imagen de rigurosidad ante la opinión pública, pero que no causa ningún efecto práctico, pues...
¡ELLOS DEJARON DE CONGREGARSE EL 8 DE MARZO, EL MISMO DÍA DE LA MARCHA FEMINISTA!
Texto original de Benjamín Almendras
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