martes, 13 de octubre de 2020

 A lo largo de mi vida me he podido dar cuenta que existen 4 tipos de personas:


1. Las que ni siquiera SUEÑAN.

2. Las que solo SUEÑAN.

3. Las que destruyen SUEÑOS de otros.

4. Las que construyen SUEÑOS.


En el primer grupo tienes a todos aquellos conformistas, perezosos y hedonistas que solo buscan el placer propio sin mirar hacia el lado son aquellos irresponsables que piensan que van a estar para siempre en esta tierra.


En el segundo grupo tienes a los que hacen todo "provisorio" y postergan la mayoria de las cosas. Desean pero rara vez luchan, anhelan pero no estudian ni investigan lo que anhelan. Viven pensando que "el día de mañana todo será mejor" pero no hacen nada o muy poco en el HOY.


En el tercer grupo tienes a aquellos que viven de la envidia y el resentimiento, les da rabia que otros surjan en la vida, quieren todo pero sin dar nada a cambio, y su frustración les lleva a destruir todo vestigio de prosperidad ajena. 


En el cuarto grupo tienes a los visionarios y comprometidos con una causa, que de ser necesario con sus propias manos construyen su futuro a punta de esfuerzo y trabajo duro. Son los que construyen, los que dejan de verdad "un legado" para los suyos y para los demás... son los que no se permiten el desaliento y hacen de las críticas destructivas su combustible y aprenden de sus errores y los superan... jamás los ves mirando hacia atrás, ni cargando resentimientos añejos, sino siempre miran hacia adelante y entienden que la vida es corta y que no hay tiempo que perder.


La pregunta tal vez es obvia...


(Pero respondase para adentro...)


Con afecto.

José Luis Rios Recabarren 

Pastor ICF

 


POR PRIMERA VEZ EN MI VIDA TENGO TEMOR DE ESTO:


"Después de ellos vino otra generación que no conocía al Señor."


Este año y todos estos meses que nuestros templos han estado cerrados le están pasando (y le pasarán) la cuenta a la iglesia de Cristo.


NOTA: Antes de que me trate de "religioso o paranoico" por favor lea hasta el final esta reflexión.


              A fuerza de ley se le ha prohibido a las congregaciones reunirse, por las razones que todos ya conocemos, válidas o no, reales o no, a estas alturas ya poco importa. Y es que a nivel mundial prácticamente se va a cumplir un año desde que comenzó todo esto y que los templos antes atiborrados de gentes ahora yacen vacíos y prácticamente abandonados. 


         Sé que alguno me dirá "que estamos en la gloria con nuestros cultos online", "que se abrió un templo en cada casa" y que "estamos mejor que nunca con los Zoom y los grupos de wassapt varios" y cosas así... pero la verdad es que JAMÁS fue así. Nunca antes la iglesia de Cristo perdió tanto terreno e influencia en el mundo exterior (ni siquiera en tiempos de persecución ni en otras crisis similares o peores a lo largo de la historia) Esa es la cruda verdad y quien no quiera verlo es porque no quiere simplemente.

Con tristeza veo decenas de jóvenes y señoritas otrora "lindos en el Señor" y muy comprometidos con la obra, hoy los veo a muchos de ellos incrédulos y fríos, abrazando ideologías ateas de muerte y destrucción que a diario reciben "vía clases online" desde las universidades y la televisión (que hace rato ya no contribuye en nada y solo muestra la vida con un ojo... y el otro se lo tapan)

¿Y la iglesia? ¿qué pasó con la generación del "empoderamiento y lo sobrenatural "?

¿Qué fue de las historias bíblicas y de los cánticos de "jubilo" con sus saltos y danzas? ¿Qué fue de las campañas callejeras y la pasion por evangelizar y ganar "un alma" para Dios? ¿qué fue de todo eso?.


          Lo que yo veo hoy en día es una iglesia absolutamente cómoda, distraída y con sus ojitos ingenuos puestos en otros "amores" y no el amor de los amores. Yo veo una iglesia tibia y adormecida como las diez vírgenes de san Mateo 25, veo una iglesia acurrucada y conectadas por bluetooth y via "online" a sus finas sabanas y frazadas de colores verde wassapt, celeste Twitter con tintes rojizos de instagram y almohadas azules de Facebook... veo una iglesia sin ganas de levantarse a trabajar (como sucede a eso de las 5 a.m) 


Veo una iglesia atemorizada escondida detrás de un lector de temperatura, un chorro de alcohol gel y disfrazada con una mas car1lla con tirantes elásticos y un logo que dice "¡Cristo sana!".


       ¿Y qué fue de los "milagros sobrenaturales" y las campañas de "sanidad Divina"?... 

¿qué pasó con el Dios de 1909 y de nuestros abuelos? ¿Que pasó con nuestra fe?


       Nuestros muchachos y señoritas (la nueva generación) nacieron en medio de una sequía no de agua, si no de evidencias y milagros.


      Nunca antes los niños preadolescentes y jóvenes de nuestras Iglesias tuvieron tantos "equipos de sonido, luces y pantallas ful HD" e instrumentos musicales de millones, mas templos modernos (y con estacionamiento incluido) PERO lamentablemente nunca antes vi una generación más pobre espiritualmente que esta, ni más ignorante de la palabra que esta nueva generación.


A estas alturas de la lectura (leer hace bien en todo caso) muchos estarán culpando a los pobres PASTORES y recogiendo piedras para lapidarlos a ellos y a su "visiones" porque eso es lo más COMODO, y como "alguien" debe ser responsable de este descalabro espiritual habrá que culparlos a ellos, como si la obra de Dios solo dependiera de ellos y no del apoyo y disposición TODOS nosotros por cumplir la voluntad de Dios.


Entonces... ¿quién es el responsable?


Mi humilde opinión es que los mayores responsables de todo esto son las últimas generaciones PADRES Y MADRES DE FAMILIA.


ELLOS como ningunos otros son los responsables de lo que hoy sucede en nuestras congregaciones y sociedad. Una generación de padres y madres que se olvidó de instruir a sus hijos "en el camino", una generación de padres "modernos" que dejaron de ser padres y se transformaron en AMIGOS o compinches de sus hijos, una generación de padres modernos que le delegó la instrucción de sus hijos al colegio, a la abuela a la nana y a la INTERNET con sus redes sociales... y que perdió tempranamente su AUTORIDAD sobre sus hijos y que NUNCA dieron el ejemplo y solo pensaron en TRABAJAR y DIVERTIRSE, una generación de padres modernos que creyeron que "dejar ser" a sus niños era "top" y vivir sin compromisos era "bakan". Una generación de padres modernos que ni siquiera hablan de matrimonio porque"eso es de dinosaurios" y que no llevan a sus hijos a la iglesia (porque eso es de "Fachos"). 

Una generación de padres que viven aún con sus padres y muchos a costas de estos últimos. Una generación de padres hombres que hay que demandarlos ante un juez para que cumplan su rol de padres, y una generación de madres resentidas que odia a los hombres y todo lo "patriarcal" y que viste de rosa a sus niños hombres, y que hoy no se sabe quien es quien.


Y luego nos preguntamos ¿porqué nos ha venido todo esto? Y el ¿Porqué mis hijos no quieren nada con Dios ni con su patria ni su familia?. 


Por eso digo QUE TENGO MIEDO POR PRIMERA VEZ en mi vida... tengo miedo de perder a toda una generación de preadolescentes y jóvenes que ya no quiere oír... que no conoce (ni quiere conocer) a Dios.


Tengo miedo de no poder como pastores e Iglesia alcanzarlos antes del despeñadero.


Ojalá (quiera Dios) me equivoque y solo sea un mal sueño mío, porque de verdad deseo con toda la fuerza de mi corazón estar equivocado esta vez.


El tiempo lo dirá.


Ojalá nuestros preadolescentes y jóvenes solo estén dormidos, como aquella muchachita que cita el nuevo testamento... y que el propio Señor Jesús dijera:

"No se preocupen la niña no está muerta, 

Solo esta dormida"


Dios quiera que logremos despertar de este letargo y todos nosotros como LA IGLESIA VERDADERA podamos reaccionar a tiempo y cumplir TODOS con nuestra verdadera misión en esta tierra antes que Cristo regrese.


Con afecto.

José Luis Rios Recabarren 

Pastor ICF.

sábado, 10 de octubre de 2020

 ❗NUNCA ME IMPORTÓ❗


● *Nunca me importó* que FUERAS GAY hasta que empezaste a refregármelo en la cara y en la de mis hijos.

● *Nunca me importó* DE QUÉ COLOR ERA TU PIEL, hasta que empezaste a culpar a mi raza por tus problemas.

● *Nunca me importó* TU PREFERENCIA POLÍTICA, hasta que empezasta a condenarme por la mía.

● *Nunca me importó* TU ORIGEN hasta que empezaste a suprimir mi historia y denigrar a mis ancestros.

● *Nunca me importó* que FUERAS RICO O POBRE, hasta que comenzaste a discriminarme por mi progreso.

● *Nunca me importó* que TUS CREENCIAS FUERAN DIFERENTES A LAS MÍAS, hasta que exigiste que las mías fueran consideradas malignas.


● *Nunca me importó*, pero...


*¡AHORA SÍ ME IMPORTA!*


Mi paciencia y tolerancia se acabaron... ¡¡Tal vez, la de otros también!! Por eso *¡¡¡RECHAZO!!!*

viernes, 9 de octubre de 2020

 Mi nombre es José Luis Rios Recabarren.

Soy esposo y padre de tres preciosos hijos y pastor desde hace 12 años y a tiempo  completo desde hace cinco.

      Vivo en Renca, comuna donde nací, estudié, formé mi familia y ministerio, una comuna muy humilde pero también hermosa y en su mayoría de gente buena y decente, pero también una comuna donde ser cristiano evangélico cuesta mucho por tanta indiferencia y ateismo, una comuna  donde construir una casa para Dios es tremendamente difícil y mantenerla en el tiempo es aún más complejo.


Tambien vivo en una comuna donde decir públicamente  tu opinión sobre  política te puede costar una agresión verbal cuando menos  y solo Dios sabe que más, y es más,  decir abiertamente que estas a favor del RECHAZO  es prácticamente un suicidio... sencillamente acá no existe esa "tolerancia" de la que tanto hablan y menos para quienes pensamos diferente.

         Vivo en una comuna donde hasta los más fieles de mi congregación me dieron la espalda  solo por si opinar a favor del  RECHAZO y hablar sobre  los peligros del apruebo para nosotros como pueblo Cristiano. De verdad que nunca pensé que tendría que pagar semejante precio por pensar así y tener la capacidad de expresarlo, y  ni siquiera ha sido usando mi pulpito o los horarios de transmisiones on line del ministerio, si no solo por mis redes sociales personales. 


            Si me preguntan si me arrepiento de manifestar abiertamente mi opción para Chile les digo que porsupuesto que no, pero si me ha dolido profundamente la intolerancia de muchos de mis hermanos  y hermanas en la fe que confunden las cosas y se olvidan que por sobre toda diferencia de opinión o "postura politica" somos HERMANOS EN CRISTO y miembros de un solo cuerpo. 

He tenido que pagar un alto precio por decir lo   que pienso, , aunque los que me conocen saben que nunca he transado la verdad por dinero u otras cosas materiales.


Lamento también conocer a decenas  de colegas pastores  que simplemente prefieren callar y ser "ambiguos" a la hora de ser interpelados con este tema del "apruebo o el rechazo", varios de ellos tienen miedo a perder unos diezmos más o unas ofrendas menos... esa es la cruda verdad.


Yo solo se que mi país está a punto de caer a un precipicio moral y espiritual sin precedentes  y que  muchos cristianos hacen de la vista gorda o no les interesa, y lo que es peor muchos avalan estas cosas y están de acuerdo con la violencia y aunque resulte difícil de creer elogian a los niños y jóvenes que destruyen y queman nuestro país y hasta los bendicen! 


 Pero a pesar de todo tengo fe... tengo fe de que Dios tiene siempre la última palabra... y le encanta trastornar los planes de los hombres. Tengo fe de que EL RECHAZO GANARÁ... porque tengo la firme convicción basada en mis estudios, en mi exhaustiva investigación personal y en lo que Dios pone en mi corazón de que es lo justo y lo correcto delante del Señor.


No obstante lo anterior y  pase lo que pase nunca dejaré de apoyar a mis hermanos en Cristo y cada vez que me necesiten ahí estaré para ellos... me hayan abandonado o no, estén o no a favor del rechazo o el apruebo, eso no tiene mayor importancia comparada con nuestra verdadera ciudadanía celestial y eterna, y oro cada día para que mis hermanos recuerden también todas las palabras que les predique y enseñe y sé que fueron de tremenda bendición para ellos y ellas... que analicen mi testimonio y vean los frutos más que las palabras y se recuerden de tantos abrazos, risas y lágrimas que vivimos juntos y que en realidad NADA ha cambiado.


Espero que estas palabras sirvan de consuelo y aliento para muchos que están viviendo lo mismo que yo.


Que siempre se haga lo que Dios quiera y no nuestra voluntad.


Muchas bendiciones.

José Luis Rios

Pastor y maestro 

Iglesia de Cristo para la familia