Que triste y decepcionante es ver aún a “cristianos” que después de UN AÑO sin congregarnos y con los templos cerrados sigan insistiendo cosas como:
“que estamos mejor así”!!!
“Que Dios no necesita iglesias”
“Que Dios abrió un templo en cada casa”
“Que estamos avanzando más que antes”
“Que el pastorado quedó obsoleto y que no es necesario ya más”
“Que ya no es necesario congregarse”
“Que los cultos online y por zoom son el futuro de la Iglesia “
“Que ahora podemos pertenecer a varias congregaciones a la vez y tener varios pastores o dejarlos cuando queramos”
Sin lugar a dudas que satanas hizo un trabajo de joyería... logró convencer a millones de estas barbaridades que harían que nuestros viejos pentecostales se volvieran a morir!!!
Pero también después de un año de persecución solapada hacia la Iglesia en mundo, he llegado a la conclusión que alrededor del 78% de los que dicen (y defienden a rajatabla estas falacias) pertenecen a ese infaltable grupo (grupo que siempre ha existido, solo que ahora esta situación mundial los ha “empoderado”) ese grupo que la Biblia llama: LAS CABRAS.
Y lo digo con toda la fuerza del mundo! CABRAS SALVAJES!! Indomables, rebeldes que no se SUJETAN a nadie, que nunca asistieron regularmente a una congregación y que nunca formaron parte de nada. Esas CABRAS que solo criticaban, que teniendo tremendas vigas en los ojos veían solo las astillas en los ojos de los demás.
Esas CABRAS que siempre fueron un dolor de cabeza para los pastores que se murieron tratando de “en rielarlas” pero nunca lo consiguieron!
Esas CABRAS que son como los cactus del desierto que mientras más los abrazas más te dañan... esas cabras que el libro de Mateo señala que serán separadas hacia la izquierda... y hacia la perdición eterna.
Es lamentable también que en este último año el rebaño de OVEJAS haya disminuido en el mundo y las CABRAS se hayan multiplicado exponencialmente...
Eso sucede principalmente porque los pastores no están haciendo su trabajo y se escudan el esa ultrajada palabra llamada hoy “PRUDENCIA” que muchos siervos de Dios hoy usan como un “salvavidas de plomo” porque existe una delgada línea entre la “prudencia” y LA COBARDÍA” y entre la seudo “prudencia” y LA DESOBEDIENCIA DIRECTA HACIA DIOS! Y no quieren (como otros “pedagogos”) volver a enseñar “presencialmente” si no que se conforman con sus lindas y bien editadas “cápsulas evangelisticas” y sus diatribas vía “on líne” desde la comodidad de sus sofás favoritos. Ya no quiere predicar en un “CANTÓN DE UNA CALLE” ni visitar en “persona” ni menos recibir gente en sus casas para conserjería y otras charlas que solo pueden hacerse “in situ” y no por el excluyente “zoom”.
Es triste... porque el destino final de una CABRA es la perdición eterna. Y el de un pastor “asalariado” también.
Dios nos ayude a ser OVEJAS del Señor y amar a nuestros pastores que están dispuestos a irse presos a “dar positivo” y a dar su vida por sus ovejas y a nuestros hermanos en la fe que también luchan y PERSEVERAN en nuestras congregaciones... y en especial, amar la CASA DE ORACIÓN Y PUERTA DEL CIELO!!!
Si porque LA CASA DE DIOS para una OVEJA es es su redil, es su lugar de refugio, es el lugar donde se alimenta el y su familia de los buenos pastos que le trae su pastor, que es lugar donde puede SERVIR a los de la familia de la fe, donde puede obedecer y procrear nuevas ovejas para Dios...
Yo en lo personal, no estaré cien por ciento feliz (aunque tenga todo lo demás) hasta volver a ver que se abran los templos y regresen los rediles a sus congregaciones...
Una CABRA jamás anhelará eso, porque por ella ojalá nunca más se abran los rediles, porque para una cabra solitaria y rebelde como estamos viviendo hoy es su HABITAD NATURAL.
Con cariñito...
Pastor José Luis Ríos R.