La vida de un pastor (no asalariado) es muy difícil. Lo das todo por las ovejas que Dios te confía para cuidar pero muchas veces (la mayoría de las veces) estas mismas ovejas te pagan muy mal. Lo das todo por ellas, les predicas, las visitas en la casa u hospital cuando están decaídas o enfermas, las unges, oficias sus matrimonios, las bautizas, presentas sus hijos, las bautizas a ellas y a sus hijos, si eres maestro de construcción les ayudas les ínstalas piso flotante, le arreglas las instalaciónes eléctricas y mucho más, solo con el afán de apoyarlas y ganar a más miembros de sus familias con estos gestos de puro amor. Las construyes templos cómodos con tus propias manos para que no anden pagando arriendo por ahí... literalmente te sacas el pan de la boca para dárselo a ellas , y como si fuera poco también las acompañas al cementerio cuando mueren sus seres queridos.
Lo triste de todo esto es que muchas de ellas luego de ver en sus propias carnes todo este sacrificio y mucho más (cosas que por secreto profesional y ética callamos los pastores y no podría escribir aquí ni en ninguna parte) y luego de todo esto por un comentario espurio y mal intencionado de alguien o por una diferencia de opinión política o de formas de ver la vida, simplemente olvidan todo esto y te dan vuelta las espaldas y muchas veces te cruzas con ellas en la calle y voltean el rostro con soberbia o cambian de vereda de para no saludarte. Y lo peor es que ni siquiera te dan la oportunidad de defenderte o aclarar las supuestas acusaciones, y a pesar de tener frente a ellos y ellas un testimonio intachable tanto de nuestra propia familia y hermandad simplemente le creen a los calumniadores o calumniadoras que nunca faltarán en las congregaciones o fuera de ellas y lo peor ni siquiera tienen la decencia de despedirse o darte la mano, algunos ni siquiera se bajan de sus lujosos autos para saludarte ( y se olvidan que llegaron a patita y que su pastor muchas veces los fue a dejar en su viejo vehículo a sus casas cuando no tenían nada)
Es triste, creo que nunca me acostumbraré a eso, y pienso que ningún pastor de verdad podría acostumbrarse a esa tamaña falta de respeto e ingratitud.
Pero porqué no abandonamos el Pastorado entonces? (como muchos lamentablemente lo hacen y más últimamente) porqué seguimos?
Porqué seguimos si ni siquiera económicamente es “rentable”? es más el ministerio nos exige gran parte de nuestro tiempo y recursos económicos!
Porqué seguimos entonces?
Soy nieto e hijo de pastores así que pienso que algo sé del tema y creo que seguimos solo porque de verdad creemos que Dios está con nosotros!!!
Seguimos porque de verdad creemos que hay una recompensa en los cielos y tal vez nunca en esta tierra y seguimos por ese puñado de gente buena que está contigo por años y es gente muy buena.
Seguimos porque hemos entendido que ya no vivimos nosotros para nosotros si no que Cristo vive en nosotros y el nos llamo y si nos llamo nos protegerá y a pesar de todos los sufrimientos, de las calumnias, puñaladas, envidias e ingratitud, Dios esta con nosotros y se agrada de nuestra labor!
Seguimos porque hemos entendido que al único que tenemos que agradar, obedecer y ser fieles es a Él y solo a Él.
Seguimos porque al final de cada agotadora jornada, cuando todos los demás están en sus camitas descansando hace rato, nosotros los pastores quedamos solos en la intimidad de nuestras casas y en el silencio de la noche podemos escuchar a lo lejos una voz que nos dice dulcemente a nuestros oídos: “bien hecho mi siervo, nunca olvides que YO estoy contigo y te amo”
Y con eso nos basta para al día siguiente enfrentar a cuánto diablo se nos cruce por delante.
Con afecto
José Luis Ríos Recabarren
Pastor iglesia de Cristo para la Familia
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